Entre el placer visual y el éxtasis musical
Las luces parpadean, el humo sube, y en la pista, alguien con orejas de conejo baila junto a un sujeto disfrazado de astronauta. Y no, no caÃste en un túnel del tiempo con filtro neón: has cruzado el umbral de una disco donde todo lo improbable es real. Ese tipo de espacio donde la coherencia es opcional y el absurdo, obligatorio. Las discoteca